Néstor Kirchner asumía como presidente hace 18 años, recorremos parte de su historia
La fórmula del Frente para la Victoria en la que Néstor Kirchner estaba junto a Daniel Scioli, salió segunda detrás del Frente por la Lealtad de Carlos Menem, que había renunciado a presentarse al ballotage.
Una rápida recorrida por la historia de Néstor Kirchner:
En 1968 terminó el bachillerato en un curso de seis alumnos, tres varones y tres mujeres. No realizó el viaje de fin de estudios debido a que tenía que preparar los exámenes de ingreso de la carrera de Abogacía de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Llegó a La Plata en abril de 1969 en el contexto de una de las ciudades referentes del peronismo revolucionario.Militó en la Federación Universitaria de la Revolución Nacional (una rama del peronismo de izquierda) y, entre debates políticos, conoció a una chica platense, Cristina Fernández, quien le propuso estudiar juntos, y que mantuvieron un noviazgo que duró seis meses. El 9 de mayo de 1975, Néstor y Cristina se casaron por Civil.
Al llegar, se instaló en una pensión llamada El Castillo ubicada en calle 45 número 312, entre 1 y 2, frente a la estación del tren. Compartía habitación con Juan Carlos Conochiari, militante montonero que luego murió en un enfrentamiento armado en Córdoba en 1975. Según Pandolfo, posiblemente tuvo su primera incursión en el debate político con su compañero de habitación. Kirchner era un novato en el tema: de vivir en una ciudad «austera» pasó a recorrer los pasillos de una de las universidades con mayor activismo juvenil del país. La discusión política estaba a la orden del día. El joven Néstor no tardó en integrarse a esta.

En 1967 los estudiantes Rodolfo Achem, Carlos Miguel y Carlos Negri fundaron la Federación Universitaria de la Revolución Nacional (FURN), a la que en 1970 se integró Néstor. También formaron parte de dicha organización Marcelo Fuentes, Carlos Kunkel, Roberto Caballero, Carlos Alberto Moreno y Carlos Bettini, entre otros. Por aquellos años debían enfrentarse a la oposición que recibían del centro de estudiantes, tradicionalmente de Franja Morada y del cuerpo docente que era mayoritariamente antiperonista. Kirchner se iniciaría en la militancia apenas desembarcó en la Facultad. Se acercó entonces a una agrupación -la Federación Universitaria de la Revolución Nacional (FURN).
La FURN fue la primera agrupación orgánica del peronismo en la Universidad, surgida en La Plata en 1966. Kirchner se incorporó a ese grupo en un momento -la dictadura encarnada por el general Onganía llevaba entonces tres años de vigencia, llegó a involucrarse de forma activa de los debates en la Universidad. Vivió primero en una pensión ubicada en la calle 45 n.º 312, entre 1 y 2.
Desde comienzos del 72 vivió en un departamento en la zona de la terminal de micros, cuyo alquiler compartía con otros tres estudiantes, Norberto Ferrantes, Raúl Angeloni y Juan José Balinote. Kirchner llevó todos esos años en La Plata una típica vida de estudiante universitario del interior, en particular de los que se concentraban en la política. Iba a las peñas, las guitarreadas y frecuentaba el comedor universitario. En esa etapa Kirchner viajaba a Río Gallegos solo una vez al año, durante las vacaciones, y en esos “regresos” solía darse una vuelta por una Unidad Básica, Los Mártires de Trelew, que reunía a jóvenes que militaban en “la tendencia”, pero no se involucró con la política santacruceña.
Según Pandolfo, como militante todavía no se destacaba como líder. Su primera iniciativa, fue la realización de una campaña respaldando el fallo del juez civil Salvador María Losada quien en 1970 había decretado la quiebra del frigorífico Swift y extendiendo la responsabilidad a la empresa Deltec, con sede en Bahamas, y que era representada en Argentina por el economista Adalbert Krieger Vasena. Esta iniciativa la llevó adelante junto a Daniel Fernández, quien recuerda que «con Néstor rescatamos ese fallo porque hizo cargo del quebranto a la empresa multinacional».
En 1972 se mudó a otra pensión en calle 60 entre 16 y 17. Allí vivía con otros tres estudiantes, Norberto Ferrantes, Raúl Angeloni y Juan José Balinote. Por aquellos años tenía la vida normal de un estudiante: se dedicaba a sus estudios pero también se hacía de tiempo para guitarreadas con sus amigos y para leer la revista deportiva El Gráfico.
En esos años, si bien por su militancia en la FURN conoció gente ligada a Montoneros, Kirchner nunca formó parte de dicha organización. Por su parte, la Juventud Universitaria Peronista ―a partir de las elecciones de marzo del 1973― se convirtió en la síntesis de las organizaciones preexistentes, entre ellas la FURN.

A fines de 1981 los Kirchner comenzaron a militar en el ateneo Juan Domingo Perón, una de las varias corrientes peronistas de Río Gallegos. Los acompañaban José Salvini ―con quien Néstor había fundado el Centro de Estudiantes Santacruceños en La Plata―, Daniel Varizat, Alicia Kirchner, el Negro Chávez, Carlos Zannini y Cacho Vázquez. Se denominaban el Grupo Calafate. La capital santacruceña tenía en aquella época 70 000 habitantes, 30 unidades básicas y 3 listas dentro del peronismo, todas con militancia activa.
En abril de 1982 el matrimonio Kirchner fundó junto a Alicia Kirchner la unidad básica Los Muchachos Peronistas, en el barrio El Carmen. También crearon un centro comunitario donde su asistente Rudy Ulloa era presidente, él acercó a Néstor a los sectores humildes de la provincia.59
El 7 de abril de 1982 ―en el contexto de la guerra de las Malvinas― dirigentes de la Multipartidaria viajaron a Puerto Argentino para asistir a la asunción del gobernador Mario Benjamín Menéndez. Entre ellos estaban Antonio Cafiero, Deolindo Felipe Bittel, Carlos Contín, Oscar Alende, Jorge Abelardo Ramos, Jorge Triaca y Saúl Ubaldini.
En 1983 la democracia comenzaba a ser una realidad cercana. El 3 de julio de ese año, Kirchner participó de la interna del PJ de Santa Cruz apoyando la lista de Manuel López Lestón, familiar suyo y cercano a Emilio García Pacheco, quien fue su profesor de Geografía y era una de sus personas de mayor confianza.
Kirchner se alió a su entonces amigo Rafael Flores, quien conducía el Movimiento Renovador Peronista, y peleó la intendencia de Río Gallegos en las elecciones de 1983. Finalmente quedó segundo detrás de Marcelo Cepernic, hijo de Jorge Cepernic.
El gobernador Arturo Puricelli buscó la unidad del PJ y nombró en cargos públicos a dirigentes políticos que no fueron elegidos. Néstor fue nombrado en la Caja de Previsión Social. Con la colaboración de su esposa, Julio de Vido y Carlos Zannini la reestructuró por completo al crear veinte delegaciones en el interior provincial.
Se mantuvo en el cargo seis meses hasta que renunció debido a las diferencias con el gobernador por el pago de los aportes patronales, que Kirchner le reclamaba. Mientras tanto desde el ateneo, se mantenía como opositor del Gobierno municipal, a pesar de ser del mismo partido.
En 1986 comenzó su campaña para lograr la intendencia de Río Gallegos. La financió vendiendo dos casas. Su equipo de trabajo estaba conformado por su esposa, su hermana, Julio de Vido, Carlos Zannini, Rudy Ulloa, Daniel Varizat, entre otros. En las elecciones del 7 de septiembre de 1987 ganó por 111 votos. La lista la encabezaba Ricardo Del Val, quien fue elegido gobernador.

Cuando asumió su gestión apuntó a lo inmediato, rotondas, luces de la calle y asfalto. Cristina Kirchner ―que había sido asesora en el Ministerio de Educación provincial― fue designada al frente de la Secretaría Legal y Técnica del municipio. Asimismo Alicia Kirchner fue secretaria del área social, donde creó centros de integración con atención primaria de la salud.
En lo político, el bloque de Néstor era minoría en el Concejo Deliberante, además la relación con el Gobierno provincial era tirante. Según Pandolfo el gobernador nunca dejó de enviarle fondos en tiempo y forma al intendente ya que Kirchner «sabía hacerse valer»
Su intendencia en Río Gallegos tuvo alta aprobación entre los vecinos de la ciudad. Además Kirchner ya contaba con una fuerza política homogénea. Tenía, además, apoyo de base de dirigentes que vieron con buenos su mandato, durante el cual el intendente les había hecho lugar en diferentes áreas. También hizo acuerdo con Rafael Flores, a pesar de que ya no tenían la amistad de tiempos anteriores. Su vicegobernador fue Eduardo Arnold, perteneciente al MRP de Flores. Otros dirigentes que lo acompañaron fueron Sergio Acevedo, Héctor Icazuriaga, Miguel Cristófaro, Teresa Soto.
Su gestión al frente de la capital santacruceña se basó principalmente en la eficacia administrativa, contrapuesta a la mala gestión del gobierno provincial en ese período. Sería su principal divisa cuatro años después, cuando, para no dejar de serlo, es elegido gobernador con el 61,1 por ciento de los votos.
En 1991 es elegido gobernador con el 61,1 por ciento de los votos.
Cuando asumió la gobernación, la provincia de Santa Cruz tenía un déficit fiscal de alrededor de 1200 millones de dólares, pero durante los diez años en que gobernó logró mantener un equilibro e incluso tras dos años superávit fiscal. Desde su época como gobernador, Néstor tenía un interés por la economía como sujeto de estudio, siguiendo una metodología autodidacta bajo la asistencia de un profesor privado.

Durante su gestión la provincia creció un 72% en población en los últimos veinte años, debido a la inmigración llegada desde otras provincias, la tasa de desempleo llegó al 3 por ciento, el margen entre ricos y pobres se convirtió en el más bajo del país (el 60 por ciento de los ingresos pertenece al 40 por ciento de los más ricos), solo el 8,7 de la población se encontraba en situación de pobreza y la asistencia a las escuelas orilla el ciento por ciento.
En 1993, Kirchner ganó un juicio al Estado nacional por mala liquidación de regalías petroleras. Esto benefició a su provincia en 570 millones de dólares y acciones de YPF. La provincia compró acciones de YPF por 290 millones; otro tanto, lo depositó en plazos fijos en el exterior y adquirió títulos de deuda y acciones de otras empresas.
Kirchner ganó las elecciones con 20 000 votos, por 3000 de diferencia, alrededor del 61% del total. En Río Gallegos obtuvo la intendencia el radical Alfredo Martínez, venciendo a Manuel López Lestón, el candidato oficialista.
Cuando Kirchner asumió dijo: Recibo una tragedia. No hay plata para sueldos, no hay nada en la caja, solo pagarés.
Declaró la emergencia económica, bajó sueldos y no pagó el medio aguinaldo de diciembre. Ya como gobernador en el área sanitaria implementó el régimen de tiempo completo y dedicación exclusiva para los profesionales de la salud. Además fueron motivados por el ofrecimiento salarial y de viviendas que se realizaba en ese momento. Esta situación determinó que un gran número de profesionales se radicaran en la provincia para trabajar en hospitales públicos. Desdobló el horario de la administración pública, premió el presentismo a docentes, enfermeros y policías. También vendió el inmueble de la Casa de la Provincia de Santa Cruz en Buenos Aires.
Alicia Kirchner fue nombrada al frente al Ministerio de Asuntos Sociales, donde continuó el trabajo iniciado en Río Gallegos armando centros sociales, que luego desplegó en el resto de la provincia. Junto a Luis Buonomo desarrollaron el sistema de salud de Santa Cruz. Durante este período, se instituye un importante incentivo económico para los trabajadores como parte de la política de personal y se creó, mediante la Ley 2036/88, el «Fondo de Asistencia Financiera al Sistema Provincial de Salud». Ricardo Jaime, funcionario durante la gobernación de Ricardo Del Val, fue nombrado secretario general de la gobernación, luego trasladado al Consejo de Educación.
Apenas inició su gestión, controló los fondos públicos. El 90% de los fondos girados por el Estado Nacional se destinaban a pagar sueldos. Seis meses después de iniciada su gestión abonó el aguinaldo y la diferencia salarial con intereses.
El puerto en el sur de la ciudad de Caleta Olivia, fue construido por Néstor Kirchner como gobernador de la provincia para diversificar la economía de la zona, centrada entonces en la actividad petrolera.
Cuando Néstor Kirchner asumió en diciembre de ese año ―en el contexto de un Estado santacruceño quebrado― mantuvo el Acta preacuerdo de Puerto Deseado’ firmado en agosto de 1991 por el gobernador Granero el por el cual el Estado Nacional reconocía las deudas ―480 millones de dólares― por regalías petroleras mal liquidadas a la provincia de Santa Cruz.

Al respecto, en 2012 durante la presentación del proyecto de ley para expropiar el 51% de las acciones de Repsol YPF, Cristina Kirchner dijo «Por la reforma de 1994, la propiedad de los yacimientos se transfirió precisamente a las provincias. He estado casada doce años con un gobernador, y sé lo que significa administrar todos los días las urgencias, las necesidades, y muchas veces se adoptan decisiones. Y no porque los gobernadores no quieran defender los intereses de sus provincias, sino que muchas veces se encuentran acuciados por necesidades muy importantes que tienen que cubrir, como la educación, la salud, obras importantes que les quitan y les restan poder de negociación».
Un mes después (mayo de 1993) el presidente Menem visitó Santa Cruz. En ese viaje el presidente había anunciado que transfería al Estado santacruceño la explotación de tres puertos: Río Gallegos, Puerto San Julián y Puerto Deseado. Además anunció un subsidio de 2,5 millones de dólares para la construcción del aeropuerto de El Calafate, obras de pavimentación de la ruta 3 y el compromiso de incluir a Santa Cruz entre las zonas francas en el proyecto a enviar al Congreso.
La buena relación no duraría mucho. A fines de ese año Kirchner se negó a firmar el Pacto Fiscal. Como respuesta el presidente le recortó a la provincia fondos de coparticipación. Kirchner contestó criticando las ventajas desmedidas que se otorgaban a La Rioja, provincia natal del entonces presidente. Serían a partir de ese momento enemigos políticos.
Entre las primeras obras públicas de su Gobierno, se destacan el reinicio de las obras que conectaron a Santa Cruz con el sistema de interconectado eléctrico nacional que estaba detenido desde la gobernación de Arturo Puricelli. También comenzó la construcción del Hospital de Santa Cruz, finalizado en 1994. Su gestión produjo que intendentes del interior provincial, anteriormente opositores, cambiaran favorablemente su opinión respecto del gobernador. También ese año el Gobierno santacruceño creó el matutino El Periódico Austral, de distribución gratuita.
En 1995 Kirchner fue reelecto gobernador por el 66,5% de los votos. Su gabinete no tuvo cambios mayores. Ricardo Echegaray, por su parte, creó la Fundación Ayudemos a Mamá, que asistía a madres adolescentes y en la que también participó Alicia Kirchner. Cuando asumió dijo: la fórmula sigue siendo trabajo, trabajo y más trabajo.

En 1996 estableció por ley que el 24 de marzo se conmemoraría en relación al último golpe de Estado, el día de la memoria. Según Pandolfo esto implica que Kirchner tuvo en cuenta los derechos humanos antes de asumir la presidencia. También según el mismo autor, ese año nombró como Juan Carlos Rosell (desaparecido) al recinto de la Legislatura provincial. También llamó Daniel Toninetti a una unidad básica y a un aula del colegio donde asistió dicho estudiante desaparecido.
En relación a su situación con el Gobierno de Menem, las diferencias se acrecentaron con el tiempo. Kirchner, junto a otros gobernadores, exigían que los fondos del Fonavi debían distribuirse directamente a las provincias y ser ellas quienes los administren. Mientras que el gobernador mostraba acercamiento a los ex-PJ José Bordón y Gustavo Béliz, criticaba a los funcionarios nacionales: «Tienen prácticas similares a las de López Rega», dijo en relación a Carlos Corach, Alberto Kohan y Eduardo Menem, a lo que el entonces presidente respondió: «Para gobernar bien hay que comenzar por gobernar la lengua». El diario La Nación publicó un artículo donde decía que era instrucción del entonces presidente «apuntar todos los cañones contra el gobernador santacruceño, Néstor Kirchner, y de paso contra su esposa, la senadora Cristina Fernández». Otro cruce fue la ausencia del gobernador a la cumbre del PJ que se realizó en Olivos ese año. Meses antes, Menem había derogado un decreto por el cual varias ciudades santacruceñas se convertían en zona franca.
En 1998 fue uno de los organizadores, junto a Eduardo Duhalde, Cristina Kirchner y Alberto Fernández, del Grupo Calafate, un think tank peronista que tuvo como fin generar una alternativa crítica del menemismo, que desempeñó un papel importante en las campañas electorales de Duhalde en 1999 y Kirchner en 2003.
El presidente Menem veía en la fórmula Kirchner-Kirchner una amenaza a su idea de gobernar por un tercer mandato consecutivo. Al respecto, el gobernador había dicho: « apoyaremos la chance de que Menem tenga su re-reelección, siempre que antes haya una consulta popular, en la que yo voy a votar que no». De un modo u otro el gobernador estaría en la vereda del frente: presentándose como candidato a presidente en 1999 o apoyando ―como había dicho que lo haría― a la fórmula Eduardo Duhalde–Ramón Palito Ortega. Su apoyo a la fórmula justicialista dio como resultado la conformación del Grupo Calafate, del que además de su esposa, participaban José Salvini, Dante Dovena, Francisco Larcher y Oscar Parrilli, entre otros.

En 1999 Kirchner asumió su tercer mandato. No realizó grandes cambios en su gabinete. Dijo: «Serán mis últimos cuatro años». Su vicegobernador fue Sergio Acevedo, abogado, intendente de Pico Truncado en 1983. Acevedo en esos cuatro años se hizo cargo de la gobernación varias semanas, debido a los viajes de Kirchner a Buenos Aires, donde el gobernador preparaba su candidatura presidencial cuando mucho para las elecciones de 2007.
Entre las actividades del Grupo Calafate estaba el debate político que junto a Nuevo Espacio (creado por Fernando Chino Navarro) lograron una serie de debates de los que participaron Horacio González, Raúl Zaffaroni, Torcuato Di Tella (hijo), Víctor De Gennaro, entre otros. Coincidían en la «necesidad de recuperar la autoestima» y en que la política era la herramienta para el cambio, «transformar la cultura impuesta por la dictadura» y «desactivar las bombas de tiempo del menemismo». La mesa de trabajo se amplió con dirigentes bonaerenses como Juliana Di Tullio, Edgardo Binstock y Emilio Pérsico.
La situación económica y social en Argentina tuvo un marcado deterioro desde mediados del segundo mandato de Menem. En ese contexto Fernando de la Rúa de la Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación obtiene la presidencia en 1999. Desde el inicio de su mandato no modificó en lo fundamental la política económica liberal de los diez años anteriores. La depresión económica acompañada de inestabilidad política, falta de rumbo conceptual y debilidad ante las presiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y las empresas privadas, fueron las claves de aquellos años. Mientras la crisis económica se aceleraba, Kirchner intentaba perfilarse como un referente opositor al Gobierno radical, rechazaba los lineamientos de Domingo Felipe Cavallo, que de la mano de De La Rúa cumplía su segunda gestión como ministro de Economía.
Para fines de 2001 la pobreza había alcanzado un histórico 54% y el desempleo afectaba al 25% de la población activa. El ministro de Economía Domingo Cavallo, mediante la utilización de los denominados «superpoderes» delegados por el Congreso, decretó por propia decisión un corralito financiero para salvar los bancos. El recorte del gasto público alcanzó los 6000 millones de dólares, afectando todos los sectores, entre ellos la reducción del 13% a los jubilados. Surgieron cuasimonedas, se hablaba de «provincias inviables» y de una posible disolución nacional. Este contexto, conocido como Crisis de 2001, provocó la renuncia del presidente, a lo que le siguió una sucesión de nombramientos y dimisiones conocida como «la semana de los cinco presidentes». Finalmente Eduardo Duhalde asumió el cargo el 2 de enero de 2002.

En las Elecciones Presidenciales del 27 de abril de 2003, la fórmula Kirchner-Scioli del Frente para la Victoria obtuvo 4 312 517 votos, el 22,25% del total, resultando superado por la fórmula Menem/Romero de la Alianza Frente por la Lealtad-UCeDe, que obtuvo el 24,45%. La elección debería definirse en segunda vuelta electoral entre ambas listas.
Fuera de esta segunda ronda quedaron Ricardo López Murphy (16,37%), Adolfo Rodríguez Saá (14,11%) y Elisa Carrió (14,05%). El candidato de la Unión Cívica Radical, Leopoldo Moreau, ocupó el sexto puesto con un 2,3% en la peor elección de la historia de su partido.
Después de la primera ronda, Kirchner visitó al presidente del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y al de Chile, Ricardo Lagos Escobar, ante quienes ratificó sus intenciones de fortalecer el Mercosur, tal como lo había prometido en el Plan de Gobierno que había presentado poco tiempo antes de las elecciones, y declaró que mantenía con orgullo las convicciones políticas que había sostenido en el pasado.

La segunda vuelta debía llevarse a cabo el 18 de mayo de 2003. Los sondeos previos indicaban entre un 60 y un 70% de intención de voto para el gobernador de Santa Cruz. Sin embargo, la segunda vuelta no tendría lugar ya que el 14 de mayo de 2003, el expresidente Menem ―después de una larga cadena de rumores y desmentidos― anunció su decisión de renunciar a su candidatura, lo que automáticamente convirtió a Kirchner en presidente electo. Se señaló que la maniobra de Menem tuvo como propósito evitar una derrota estentórea, y al mismo tiempo condicionar a Kirchner, que accedió a la presidencia con el nivel más bajo en la Historia argentina (22,2%). El 25 de mayo de 2003, Néstor Kirchner prestó ante el Congreso el juramento de ley para convertirse en el 51.º presidente de la Nación Argentina.
Kirchner confirmó al ministro de Economía de Duhalde, Roberto Lavagna y al ministro de Salud, Ginés González García. En la Secretaría Legal y Técnica designó a Carlos Zannini. Para Kirchner dicho cargo era uno de los más importantes: Zannini ya había sido su asesor tanto en su intendencia de Río Gallegos y luego como gobernador de Santa Cruz. Julio de Vido, uno de sus hombres de mayor confianza, fue designado al frente del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios. De Vido había sido su Secretario de Obras Públicas en Río Gallegos, ministro de Economía de la provincia y ministro de Gobierno.

Al frente del ministerio de Desarrollo Social designó a su hermana Alicia Kirchner quien ya había tenido cargos similares tanto en Río Gallegos como en la gobernación de la provincia de Santa Cruz. En el ministerio del Interior designó a Aníbal Fernández, quien a su vez sugirió a Daniel Filmus para el ministerio de Educación, a Rafael Bielsa en Cancillería, José Pampuro en Defensa, Carlos Tomada en Trabajo y Gustavo Béliz en Justicia. Kirchner confirmó también a dos hombres cercanos, Ricardo Jaime ―quien años después sería condenado por delitos cometidos como funcionario― en la Secretaría de Transporte y Alberto Fernández en la Jefatura de Gabinete. La lista se completaba con Oscar Parrilli en la Secretaría General de la Presidencia, Sergio Acevedo en la Secretaría de Inteligencia, Enrique Meyer en la Secretaría de Turismo, Torcuato Di Tella (hijo) en la Secretaría de Cultura, José Granero en el SEDRONAR y Claudio Morresi en la Secretaría de Deportes.
En la primera etapa de su mandato jugó un importante papel el pequeño bloque de diputados nacionales que respondían en forma directa al presidente Kirchner. Eran apenas 14 que debían lidiar con un bloque oficial del PJ con más de 70 legisladores alineados con Eduardo Duhalde y un mosaico de pequeños agrupamientos afines a Menem y Romero, entre otros. En muy poco tiempo, este sector de 14 diputados ―entre quienes destacaban Juan Irrazábal (de Misiones), Daniel Varizat (de Santa Cruz), Osvaldo Nemirovsci (de Río Negro) y Jorge Argüello (de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires)― lograron imponerse en la conducción del bloque oficial y desde ahí brindaron un más que importante aporte a la consolidación de la conducción política de Néstor Kirchner.