Puerto San Julian

El gobierno le impuso a los gremios estatales un porcentaje mínimo de aumento y la dirigencia, aceptó sin patalear.

Finalmente y luego de idas y vueltas que no resolvían nada ni estaban pensado para recomponer salarios, sino para ganar tiempo, el gobierno impuso un aumento de 11,5% en dos pagos a los empleados estatales más el adelantamiento de un 8% que provenía de un acuerdo previo.

El 7 de septiembre de 2022, hace exactamente un mes y medio atrás en OPI publicamos una nota titulada “Estatales de Santa Cruz: aumento escaso y por goteo. No alcanza ni para cubrir la inflación mensual”, donde señalábamos al detalle, cuál sería el procedimiento de manual llevado adelante entre el gobierno y la dirigencia de los gremios ATE, UPCN y APAP, para simular una “negociación” previamente cerrada por decisión de la gobernadora y aceptada por los Secretarios Generales en detrimento de los haberes de los empleados públicos.
En aquella nota de hace un mes y medio atrás, escribíamos: “La jugada es siempre la misma: se reúnen, hacen un ofrecimiento, los gremios APAP, ATE y UPCN se muestran disconformes, vuelven a generar una nueva reunión y en la última paritaria el Ejecutivo hace una breve mejora prácticamente insignificante, en el concierto de los aumentos descomunales que se viven en la provincia mes a mes en costo de vida y servicios y allí, por pacto previo, los sindicatos afines aceptan finalmente, con algún tipo de comunicado para tranquilizar a las bases y se convalida, una vez más, otra burla al sector estatal de Santa Cruz, quien está solo y a la deriva: no tiene ninguna representación gremial que luche por ellos; de hecho, el 70% de los estatales provinciales están por debajo de la línea de pobreza”.

Esto acaba de ocurrir. Los gremios estatales “rechazaron” inicialmente un 10% en dos tramos y aceptaron un 11,5% en dos tramos, un 6,5% en septiembre y otro 5%, después de un “pataleo” para la tribuna, léase afiliados rehenes de los acuerdos personales de la dirigencia con el gobierno, del cual forman parte.
Los empleados públicos provinciales siguen por debajo de la línea de pobreza, pero pareciera que les gusta sufrir los embates de un gobierno que dirige sus economías familiares, mientras ellos se dan aumentos de entre el 40 y el 65%, tal lo firmado por Alicia Kirchner y poseen ingresos interanuales en concepto de coparticipación por sobre los porcentajes de inflación.

Lamentablemente cabe pensar que los trabajadores estatales están conformes de esta manera. No llegando a fin de mes, viendo cómo se consumen sus salarios mes a mes, pero sin embargo persisten en no reclamarle proactividad y mejor representación a la dirigencia gremial, por lo tanto haciendo real el dicho “No se queje si no se queja”, es de suponer que los empleados de la Administración Central de la provincia está felices de haber conseguido el 11,5% a pagar en dos tramos, con una inflación mensual por arriba del 9%, dado que el INDEC ha comenzado a manipular nuevamente las cifras y por ese motivo en plena carrera de precios, donde la bolsa de supermercado se achica y el monto a pagar se duplica mes a mes, ha arrojado un magro 6,2%, una irrealidad absoluta de este gobierno al que ya conocemos de la década pasada.

(Agencia OPI Santa Cruz)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *